Queridos hermanos,
Os doy una gran noticia: hoy, a las 16:45, nuestra hermana Carmen ha partido para el cielo. Es seguro que Nuestro Señor Jesús ha venido para tomar su alma y llevársela con Él.
Mientras que sufrimos por su falta, sobre todo yo, estamos contentos de saber que Nuestro Señor Jesús se la ha llevado consigo.
Carmen, ¡qué enorme ayuda para el Camino! Nunca me aduló, siempre pensando en el bien de la Iglesia. ¡Qué mujer fuerte! Nunca he conocido a nadie parecido. En los anuncios, con los jóvenes, y con el Papa, como ahora en Cracovia, siempre les decía: «La mujer es lo más importante de la Iglesia, porque lleva en su seno la fábrica de la vida. Por eso en la primera página del Génesis hasta el final del Apocalipsis siempre el demonio persigue a la mujer». Y terminaba diciendo: «Al Kiko os lo regalo».
Espero morir pronto y reunirme con ella. Carmen ha sido para mí un acontecimiento maravilloso; la mujer, su genio grande, su carisma, su amor al Papa y sobre todo su amor a la Iglesia.
Bien hermanos, tengo el alma dolorida porque ya no está con nosotros. Mas la fe me ayuda y me afirma que está con Cristo. Rezad por ella. Podéis celebrar una Misa todos juntos en conmemoración de Carmen.
El arzobispo de Madrid ha aceptado que se haga el funeral de Carmen, con el cuerpo presente, en la catedral. Al funeral estáis invitados los itinerantes de Europa, si podéis venir.
¡Ánimo, que Cristo ha resucitado y ha vencido a la muerte por nosotros!
Para mí ha sido conmovedor que haya esperado a que yo llegara, la besara y le dijera: «Animo». Y después de darle un besito ha fallecido.
19 de julio de 2016
Kiko Argüello.